domingo, 22 de enero de 2017

Domingos de pastoreo

En esos momentos en los que se preguntan cómo lo hago, acuérdense que la mayoría de las veces los encadenaría a un poste dentro de una cámara insonorizada y me echaría a dormir una siesta de esas históricas que cuando te despiertas has perdido la orientación geotemporal.
Y eso que hoy me ha dado tiempo al esparcimiento de neurona, sí señor, me ha dado tiempo a hacer algo de deporte.
Olímpico. Deporte olímpico. El "Ordenamiento de Armarios" se llama. Tiene varias modalidades. Les explico la que he elegido para hoy. En una de ellas te pones frente al armario y sacas todas las camisetas de N4 para intentar reintroducir solamente las que le quedan según su talla. Sacas 10 camisetas, apartas 3 que son pequeñas, las 7 restantes las recolocas...bueno lo intentas. N5 ha visto el hueco libre que dejé y ha metido una magdalena chupada...a pedacitos y bien aplastada con su manita...con su manita venida del mismo infierno claro...Quito esas migas empegostadas para meter las 4 camisetas...¿¡4!?..¿No había 7?...Sí, las había hasta que N1,N2,N3 han cogido cada uno una, para metérsela y concursear (que es un verbo que me gusta a mi mucho) a ver a quién le queda más chica y si se puede romper. 13 gritos me cuesta que me las devuelvan. Las doblo. Las pongo con las otras camiset!!!!QUE YA NO ESTÁN y en su lugar tengo un pañal meado y un calcetín manchado de rotulador. N5 corre desnuda los 100 metros obstáculos mientras se le van cayendo todas las camisetas robadas menos 1, que tira el báter, lo que despierta el descojono general de las otras cabras, no de mí, que estoy a punto de llorar. Tanto se ríen, que N4 que estaba de pie en su cama rodeado de ropa para guardar, se mea en el 47% de todo lo que estaba sobre la cama. Sin poder parar ninguno de reírse (reitero que yo no me río en absoluto y que blasfemo en arameo en bajo y en alto) N2 aprovecha para volver a ponerse la camiseta de la talla 3 y acompañar el exitoso atuendo con 2 pelotas de tenis reconvertidas en pokebolas a modo de tetones que ya los quisiera para mí. Con las risas in crescendo y el control absoluto perdido a manos de los pequeños trogloditas, me he ido a hacer pis, que es el único instante que consigo que todos mis hijos se concentren alrededor mío como si estuvieran imantados, y en un quiebro de cintura, le he arrancado la camiseta a N2, les he cerrado la puerta del baño con ellos dentro, he recolectado las camisetas tiradas por el pasillo y en un abrir y cerrar de ojos las he doblado y guardado en su sitio, marcando un poderoso tanto y ganando a todos estos enanos meones. Aplausos

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